La agencia aduanera es una figura equivalente, en Argentina, al despachante de aduanas.  Se caracteriza por actuar en representación de la empresa, persona o ente que lo contrata. En tanto, es considerado un auxiliar del comercio y del servicio aduanero por la ley 22415 o Código Aduanero. Su contratación es obligatoria, excepto que las gestiones se realicen ante la Aduana en forma personal por el importador o exportador. Sin embargo, en estos casos deben cumplir con las condiciones y requisitos que establezca la reglamentación correspondiente. A continuación, todo lo que debes saber para contratar un despachante de Aduana.

¿Cuál es la función de la agencia aduanera y cuándo contratarla?

La figura del despachante aduanero está determinada en el Código Aduanero argentino. Según la ley 22415, sus funciones son:

• Operar en representación de la empresa importadora o exportadora o de la persona o ente que lo contrata.
• Encargarse de realizar la clasificación de la mercadería.
• Confeccionar la declaración aduanera.
• Tramitar los documentos requeridos para todas las operaciones de comercio exterior.

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Según este mismo código, la contratación de la agencia aduanera es obligatoria para realizar cualquier trámite ante la Aduana por parte de las personas de existencia visible o ideal. No obstante, puede prescindirse del despachante de Aduana cuando la gestión se realiza en forma personal por el importador o exportador.

¿Cómo se contrata una agencia aduanera?

Los despachantes de Aduana pueden trabajar en forma independiente o asociados a consultorías o bróker.

Sin embargo, es importante saber que, para poder actuar ante la Aduana, el agente necesita obtener una matrícula de Despachante de Aduana. Además, el agente aduanero debe estar inscripto en el Registro de Despachantes de Aduana.

Los requisitos para lograr esta inscripción son varios, pero uno de los más importantes es estar inscripto como comerciante en el Registro Público de Comercio.

De esta manera, la clave principal al elegir un despachante de Aduana es comprobar que cumple con todos los requisitos exigidos por la ley.  Además, si pertenece a un estudio o bróker, es importante informarse acerca de su prestigio y trayectoria.

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En algunos casos es recomendable la firma de un contrato de prestación de servicios. Esta figura fue creada por el nuevo Código Civil y Comercial. Anteriormente existía el contrato de locación de servicios, pero no se adecuaba a la realidad negocial contemporánea.

De manera sencilla, el contrato de prestación de servicios profesionales detalla básicamente los servicios que se prestarán, la duración del contrato y los honorarios convenidos.

Por otra parte, la empresa debe gestionar la autorización al despachante de aduana. Este trámite puede realizarse en forma electrónica en la página de la AFIP. Una vez otorgada, se debe notificar al agente aduanero para que acepte la autorización.

¿Es posible prescindir del despachante de Aduana?

Las nuevas normas permiten que los exportadores o importadores puedan realizar por sí mismos las gestiones de aduana, o a partir de otras figuras.  Por ejemplo, el simple autorizado. En muchos casos las agencias marítimas ofrecen adicionalmente el servicio de agente aduanero.

El comercio electrónico llevó a la intervención de los couriers, que pueden documentar envíos de hasta cierto monto sin las mismas obligaciones que la agencia aduanera.

De tal manera, actualmente se puede llevar a cabo una operación de importación o exportación sin la intervención del agente aduanero. Siempre, claro, que se cumpla con la legislación vigente y dentro de los límites que impone la normativa.

En realidad, la figura del despachante de Aduana es esencial en el comercio exterior. Ayuda al mejor cumplimiento de las normas de tráfico internacional, a la vez que reduce los costos del importador o exportador gracias a su experiencia y conocimientos.

De hecho, una de las principales barreras a la internacionalización de las empresas es la falta de recursos humanos preparados. Estas carencias van desde simplemente no contar con personal que hable idiomas extranjeros hasta el desconocimiento de los trámites y técnicas de comercio exterior.

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Lo más conveniente es evaluar cada caso en particular. No se trata de elegir sí o no una agencia aduanera, sino el servicio más adecuado a las necesidades y presupuesto del importador o exportador.  A veces puede resultar tentador hacer las cosas por uno mismo, pero la falta de experiencia puede llevar a cometer errores que desembocan en el fracaso de la operación.

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