El arancel ad valorem es uno de los tipos de aranceles que los países aplican a las importaciones o exportaciones. Se calcula por medio de un porcentaje del valor de las mercaderías puestas en el puerto de destino. 

El valor de la mercadería se toma del término de comercio exterior incoterm CIF, que es costo, seguro y flete. A este valor se le suma el arancel ad valorem que se aplica a través de un porcentaje del valor CIF de la mercadería. Se toma el valor total CIF de la mercadería, sin tomar en cuenta unidades de peso ni medidas.

Política arancelaria de la Argentina

En la Argentina, la política arancelaria declara que los derechos a las importaciones ad valorem, son los que gravan las mercaderías ingresadas. Estos aranceles oscilan entre un 0% hasta el 35%, dependiendo de la mercadería que se trate.

Determinados productos están sujetos a otros tipos de gravamen:

• medida de protección a la industria nacional
• como los antidumping, compensatorios
• otros varios

Los aranceles más utilizados en la Argentina son los ad valorem, aplicados sobre la Tarifa Externa Común TEC. El arancel a aplicar lo determina la posición arancelaria que tiene el producto de acuerdo al NCM o Nomenclador Común del Mercosur.

A este arancel de acuerdo a la posición arancelaria, se le suma la tasa de estadística que puede oscilar entre el 0% y el 0,5%. Además de los impuestos como:

• IVA, 10,5% o 21% según el producto sobre valor CIF
• 3% de anticipo al Impuesto a las Ganancias
• 1,5% por el impuesto a los Ingresos Brutos

Aranceles para operaciones comerciales en el Mercosur

Las operaciones comerciales dentro del Mercosur están libres de aranceles, salvo algunas excepciones. Como pueden ser los artículos que se importan desde otro mercado fuera del Mercosur, para ser comercializados en un país miembro desde otro país miembro.

Hay determinados productos que están gravados con aranceles más altos, como ser los textiles y los agro alimentos. Estas medidas se toman para proteger a los fabricantes argentinos, que se verían perjudicados por menores costos desde el extranjero.

Estos productos se pueden importar con licencias no automáticas, que además del elevado arancel, tardan más en importarse que los que tienen licencias automáticas. Actualmente, y por tiempo acotado, los productos de informática y los bienes de capital están libres de gravámenes a la importación.

Dentro de la política arancelaria de Argentina, existen tratados con otros a países como ser lo acuerdos por el Mercosur como la Unión Europea, Chile y el Pacto Andino.

Licencias no Automáticas

El arancel ad valorem se aplica cuando se desea proteger a la industria nacional de productos similares importados a más bajo precio. Las licencias no automáticas tienen el mismo fin, pero también significan una demora en la importación de mercaderías bajo ese régimen.

En la actualidad existen unos 1300 productos que están protegidos por estas licencias no automáticas. Pero en el futuro se tratará de reemplazarlas por algún sistema de reglamentos técnicos, que suplirán estas licencias especiales.

Algunos aranceles a la importación fueron modificados para favorecer a las industrias, como ser los bienes de capital. De esta forma se favorece la fabricación de, por ejemplo motos, con el ingreso de maquinaria especializada.

Las actividades vitivinícolas y forestales también se han visto favorecidas con la modificación arancelaria. La primera con la importación de corcho aglomerado. La segunda con la importación de cosechadoras forestales, que estaban gravadas con un 35% y se bajó el arancel al 2%.

Además de estas medidas se eliminaron 350 licencias no automáticas, para fortalecer el comercio nacional. Algunas de estas licencias no automáticas pertenecen al sector de autopartes, tecnologías de la comunicación, metales, químicos, papel y maquinaria para el agro.

El arancel ad valorem se aplica para mantener constantemente la producción de la industria nacional. A la vez que es una fuente de ingresos fiscales para la Nación, en la justa proporción a los bienes que se importan.