La tendencia del CETA en el comercio exterior
Desde 2017, se encuentra vigente un tratado de eliminación de aranceles suscrito entre Canadá y la Unión Europea (UE). Dicho acuerdo es conocido como CETA en el comercio exterior y sus siglas quieren decir Acuerdo Integral de Economía y Comercio, traducido del inglés.
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¿En qué consiste el CETA?
Las economías de Canadá y la Unión Europea se encuentran entre las más poderosas del mundo. No por casualidad, Canadá y otros miembros de la UE como Alemania, Francia o Italia pertenecen al G-7, el grupo de los países más industrializados del planeta.
De hecho, luego de que se concrete el Brexit, la UE seguirá teniendo un rol protagónico en la economía mundial. A pesar de no contar entre sus filas con un actor de alto calibre, como lo es el Reino Unido.
Por su parte, Canadá es el discreto vecino que siempre hace sombra a Estados Unidos, pero no por eso deja de ser importante como potencia económica global.
Para comprender la magnitud del CETA, es importante echar un vistazo a las cifras macroeconómicas de ambos actores. Así, para 2017, el PIB de Canadá alcanzó 1,7 billones de dólares estadounidenses. Mientras tanto, el PIB de la Unión Europea fue de 15,3 billones de euros en ese mismo lapso.
Pero ¿de qué se encarga el CETA exactamente? A continuación, algunas de sus principales funciones:
- Estimular el intercambio comercial entre Canadá y la UE.
- Disminuir el 98% de los aranceles existentes entre ambas partes.
- Reducir la burocracia para la tramitación de permisos y licencias comerciales.
- Eliminar las barreras para la exportación de productos con denominación de origen.
- Incrementar la libre movilidad laboral entre ambas partes.
- Aportar valor agregado a los bienes y servicios intercambiados.
Implicaciones del CETA en el comercio exterior
El CETA fue negociado por más de 7 años. Esto refleja la complejidad y magnitud del acuerdo. Aunque su entrada en vigor fue a partir de 2017, la misma se dio de manera parcial.
Esto se debe a que no todos los países miembros de la UE ratificaron el acuerdo de manera conjunta, algunos de ellos decidieron tomarse su tiempo. Es el caso de Francia, que recién se apegó al acuerdo en julio de 2019.
Es por ello que no todos los países de la UE se han beneficiado del CETA de la misma manera, ni en la misma proporción. Sin embargo, es cuestión de tiempo para que todos sus miembros experimenten la bonanza comercial, que otros ya viven de manera contundente.
Por ejemplo, España ha incrementado de manera exponencial sus exportaciones hacia Canadá creciendo un 25% en los últimos 2 años. De esta forma la industria automotriz española, el sector vinícola y de los alimentos como el aceite de oliva o los quesos han visto un repunte en sus exportaciones hacia el país norteamericano.
¿Cómo se benefician ambas partes?
Canadá es un país territorialmente enorme, pero con una población que apenas roza los 38 millones de habitantes para 2019. No obstante, la población canadiense cuenta con un poder adquisitivo que se encuentra entre los mayores a nivel mundial, por lo que su capacidad de consumo es bastante grande.
Así mismo, Canadá es un país cuya industria de las materias primas vive un auge sin precedentes, especialmente en lo que respecta a los hidrocarburos y la minería. Por lo tanto, su demanda de tecnología en esos sectores es bastante importante. Por otro lado, sectores como el turismo, el automotriz y el alimentario juegan un rol muy importante en la economía canadiense.
Del lado de la UE, el Brexit es una secuela que el bloque quiere superar rápidamente, y esto lo logrará concretando nuevos acuerdos con otros actores. Gracias a esto, el inmenso mercado de la UE y sus más de 500 millones de habitantes se verán beneficiados. Por una parte, la UE puede importar materias primas provenientes de Canadá, como también productos terminados.
Al mismo tiempo, Canadá cuenta con grandes empresas en sectores estratégicos, cuya inversión beneficiaría a muchos miembros de la UE. Recordemos que muchos países aún arrastran consecuencias de crisis económicas anteriores como en el caso de España, Grecia, Italia o Portugal.
Finalmente, la implementación del CETA en el comercio exterior puede traer interesantes beneficios a largo plazo para sus partes. Igualmente, este modelo de acuerdo comercial puede ser imitado en otras partes del mundo, incluyendo Argentina.