Se entiende por destinaciones de importación en Argentina a los destinos de aduana que se les puede dar a los productos importados. Aunque no se refiere al destino como un lugar o a la forma de comercializar la mercadería, sino a las condiciones que deben cumplirse para que se considere destinada la importación. Las destinaciones de importación forman parte de la declaración aduanera

Es decir que se deberá declarar que uso se le dará a esa importación (comercialización, utilización particular, transformación para exportarla, para bien de uso), como también la legislación o las normas aplicables que pretenden utilizarse para su importación, como puede ser alguna ley que autorice una excepción en los impuestos, por ejemplo.

El importador deberá optar por alguna de las destinaciones que estén autorizadas poniendo de manifiesto la voluntad, a través de una solicitud y por el Sistema Informático Malvina. En caso de que el importador abandonase la mercadería, ésta se dispondrá de oficio al remate en favor del Estado.

Algunas características de las destinaciones de importación

Las destinaciones están regidas por la declaración previa comprometida que se trata de la descripción del detalle de las características de las mercaderías.

 No es más que la autorización aduanera le permite al importador que declare las mercaderías sin que se verifique antes la exactitud de la declaración. Se basa en la confianza hacia el importador de que no habrá falsedades ni información incorrecta.

Esta información deberá contener la exacta posición SIM, con la inclusión de los tres dígitos que son suplementarios a la posición arancelaria del Nomenclador Común del Mercosur, con la letra que corresponda para identificar la mercadería dentro de la posición arancelaria.

También deberá precisar los sufijos de estadística y valor, comprometiéndose a dar información adicional sobre la mercadería para valorarla o para estadísticas.

Tipos de destinaciones de importación en Argentina

El código Aduanero divide en dos tipos las destinaciones de importación, las destinaciones definitivas y las provisorias o suspensivas. Los tipos de destinaciones que el importador puede elegir tienen que ver con el particular de la mercadería y qué uso se le dará.

Por ejemplo, algunos productos se autorizan su ingreso no para su consumo en el territorio argentino, sino para una reparación o para demostración. Por el contrario, otros productos sólo pueden ser importados por determinados sujetos, como los órganos para trasplantes, mediante un régimen simplificado y exento de tributos.

Destinaciones definitivas

Las destinaciones definitivas ingresan al país por tiempo indeterminado y pueden permanecer hasta que son totalmente consumidas. En materia tributaria, salvo que tengan una exención por alguna normativa, les corresponde el pago de impuestos. Tienen libre circulación, excepto que exista alguna normativa que los limite. Su comercialización está autorizada sólo si cumple con las condiciones para ello.

Destinaciones suspensivas o temporarias

Pueden ingresar al territorio argentino por un tiempo determinado. Este variará de acuerdo a lo que se declare como objetivo. En materia tributaria, al no tener un hecho imponible, no deben pagar impuestos.

No obstante, por el hecho de que se corre el riesgo de que la mercadería no vuelva a ser exportada, lo que corresponde es que se garanticen mediante un depósito de salvaguarda para la renta fiscal.

La circulación libre por el territorio argentino queda supeditada por el objetivo que se determina en el ingreso de la mercadería. La comercialización en estos casos no está permitida.

Sin embargo, hay determinados casos en que la autoridad de aplicación autoriza con ciertas normativas, condiciones y responsabilidades.

Desde que la mercadería es descargada en el puerto, y hasta que el importador requiere una destinación de aduana, la mercadería queda en Depósito Provisorio de Importación. Esto se realiza en un depósito fiscal o una terminal logística para su resguardo.

Toda la mercadería almacenada en Depósito Provisorio de Importación se deduce que está en espera de una destinación aduanera. En ciertas ocasiones se detectan errores en la declaración aduanera y la aduana no autoriza su retiro, por lo que permanecerá bajo supervisión aduanera hasta tanto el importador no regularice su situación

La ley tiene establecido un plazo de 15 días para dar destinación a las mercaderías almacenadas en DPI, a partir del cual el Código Aduanero impondrá multas por cada día de demora.