El IVA en el comercio internacional es uno de los factores fundamentales en el desarrollo de políticas de exportación que puede sustentar negociaciones eficientes entre los países.

En Argentina, la recaudación de impuestos es realizada por entes del gobierno nacional, provincial y municipal. Lo realizan mediante el empleo de impuestos designados a lucros, activos y consumo. A nivel nacional, la Administración Federal de Ingresos Públicos, también conocida por sus siglas AFIP, es el principal organismo independiente que se encarga de rendir cuentas.

IVA en el comercio internacional, algunos puntos resaltantes

El IVA o impuesto al valor agregado es una obligación tributaria que nace de la disposición de una ley que recae, en el caso de Argentina, en los recaudos derivados de la venta de objetos muebles situados en el país, realizados por sujetos determinados. También de las obras, lugares, y prestaciones de servicios realizadas dentro del país. Así mismo se recauda este impuesto sobre las importaciones definitivas de bienes muebles e importaciones de servicios necesarios.

Este impuesto se comenzó a aplicar a partir del año 1975. En sus inicios, no era aplicable a las mercancías de la canasta básica familiar, pero con el paso del tiempo, en posteriores reformas se fue ampliando su cobertura hasta convertirse  en un impuesto cada vez más elevado, llegando a comprometer a los productos comprendidos de la canasta de primera necesidad.

Para aclarar algunas dudas acerca del IVA en el comercio internacional, seguí leyendo este artículo:

1. Transacciones asignadas a tasa cero

Cuando se realizan las exportaciones de productos, estas transacciones se encuentran asignadas a tasa cero. Esto decir es que están exentas de pagar impuestos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el crédito fiscal por capitales o servicios prestados relacionados a las mismas puede ser recobrado.

2. Realización de factura

Si se realiza una venta a un particular, es necesario realizar la factura con el impuesto al valor agregado del país de donde se origina la mercancía o servicio. Esto es, siempre y cuando, no se haya sobrepasado los límites de venta en ese país a destinar el producto. En caso de que suceda, es necesario realizar el registro en cada uno de los países en los cuales se ha establecido la superación de los límites de venta y cancelar el IVA en dicho país. De esta manera, se establece un régimen de negociación a distancia con respeto a las leyes.

3. Tributación de servicios de tecnología

Otro aspecto importante a tener en cuenta con respecto al IVA en el comercio internacional es que, en  relación a la prestación de los servicios relacionados a la tecnología, servicios en vías electrónicas relacionadas a telecomunicaciones, transmisión de radio y de televisión consecuentemente hay que tributar en el país de quien recibe dicho servicio.

4. Exportadores puros

Los exportadores puros pueden solicitar la devolución de la integridad del impuesto al valor agregado que les ha sido facturado en el mercado interno. Los llamados exportadores impuros solo podrán requerir, únicamente, la parte que no sea tomado en el mercado local y que le produzca saldo a su favor. Es importante mencionar la diferencia entre un exportador puro e impuro: los primeros efectúan todas sus transacciones en el mercado externo, y los exportadores impuros tienen, conjuntamente, ventas en el mercado interno y externo.

Por otro lado, es fundamental para las empresas el empleo de asesores internos o externos  que se encarguen de planificar de forma adecuada el sistema de recuperar impuesto, con la finalidad de acreditar los saldos a su favor y de esta manera conocer cómo sobrellevar el IVA en el comercio internacional.