La logística de salida, llamada también logística de distribución, es la fase de la cadena de suministro en la cual el producto llega al lugar donde el cliente lo necesita. Este logro es el resultado de una estrategia que beneficie tanto al cliente, como el transporte y el manejo de los productos. La logística de salida está relacionada con los canales de distribución. Es decir, las estructuras creadas para la comercialización de los productos y su llegada al consumidor final. Sin embargo, este término se aplica también a la llamada «logística de última milla». Es la última etapa del proceso de distribución y cada vez tiene más importancia en la estrategia logística de la organización.

Funciones de la logística de salida

La logística de salida es la etapa de la gestión de la cadena de suministro encargada de la entrega del producto a su destinatario. En realidad, este destino puede ser otra empresa, un negocio o el consumidor final.

Es importante tener en cuenta que la logística no se limita al transporte. Si bien el transporte es un elemento fundamental, la logística de salida incluye otras funciones. Entre éstas:

• Seleccionar el tipo y tamaño del embalaje. En la logística de abastecimiento la empresa recibe mercancías de los proveedores. En cambio, en la fase de distribución, la empresa se convierte en proveedora de sus clientes. En esa línea, uno de los requisitos es que los productos lleguen en buen estado a manos del cliente. Para ello, es fundamental seleccionar el envase y tamaño en relación con el tipo de producto. De hecho, ¡no es lo mismo embalar tornillos que anillos, aunque puedan tener el mismo tamaño!
• Determinar los vehículos en los que se transportan los productos. Por una parte se deben tener en cuenta las especificidades de los productos. Por otra, el tipo de vehículos, velocidad, versatilidad y tamaño.
• Zonas de distribución. Los costos varían en función de la zona de distribución, un aspecto central de la logística de salida.

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Aunque la logística de salida abarca muchas otras cuestiones, estas tres funciones que acabamos de mencionar están relacionadas entre sí. Además, las decisiones que tome la empresa al respecto serán tenidas en cuenta por todos los demás jugadores de la cadena.

Desafíos de la logística de salida

Los principales objetivos de la distribución en el sector logístico son garantizar la fiabilidad y flexibilidad de la entrega con una rentabilidad óptima, a la vez de asegurar la máxima satisfacción del cliente.

Dicho así parece sencillo. Sin embargo, lograr estos objetivos implica enfrentar varios desafíos:

• Coordinar los medios y rutas de transporte entre el sitio de producción y el de demanda o entrega.
• Flexibilizar el almacenamiento. La producción y la demanda a menudo no coinciden en el tiempo.
• Coordinar las cantidades recibidas y a entregar. La empresa debe encontrar la solución a entregar cantidades parciales a clientes diferentes.
• Compatibilizar los surtidos completos con las entregas individuales. La logística de salida debe garantizar la entrega de productos individuales a clientes individuales o múltiples desde los distintos puntos de producción.

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Así, la logística de distribución o salida se convierte en una estrategia de planificación, ejecución y control del movimiento de mercancías en tiempo y espacio.

Para ello, es necesario contar con flujos de información detallados, así como asegurar la comunicación e intercambio de información entre proveedores y clientes.

De hecho, la logística de salida se basa, ante todo, en un sistema de flujo de información y mercancías entre distintas organizaciones.  Así, el gran desafío es diseñar el canal logístico de proveedor a cliente que funciones de manera rentable y cumpla con los objetivos previamente definidos.

Modelos de logística de distribución

Dediquemos un breve párrafo a los diferentes modelos que se utilizan para diseñar un sistema de logística de salida.

• Descentralizado. El más habitual en el sector industrial. Se basa en almacenes o centros de distribución con mayor cercanía a los clientes finales.
• Centralizado. Permite planificar rutas de distribución y reducir costos del modelo anterior.
• Cross-docking. No existe almacenaje de productos sino un flujo rápido de las mercancías desde el proveedor hasta el cliente.
• Plataforma de consolidación. Alianza estratégica para la distribución de productos de diferentes proveedores.

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