¿Cómo atenuar las medidas arancelarias y no arancelarias?
En Argentina, al igual que en el resto del mundo, las autoridades encargadas de regular el comercio exterior aplican ciertas normas a las importaciones. Por eso, en esta nota conocerás si es posible atenuar las medidas arancelarias y no arancelarias que se aplican sobre los bienes y servicios importados.
Índice del artículo
¿En qué consisten las medidas arancelarias y no arancelarias?
El comercio internacional de bienes y servicios se moviliza básicamente de dos formas. Es decir, mediante las exportaciones e importaciones. Ambos son procesos que permiten a los países satisfacer sus necesidades de consumo interno, y enviar sus excedentes de producción a otras partes del mundo.
De esta manera, se generan dinámicas comerciales que dependen de un delicado equilibrio. Esto se debe a que algunos países poseen una capacidad productiva y exportadora mucho mayor a la de otros. Entonces, se aprovechan de esta ventaja para inundar el mercado con sus bienes y servicios, pudiendo afectar a los productores locales de países con menor potencial productivo.
Ejemplo de ello es la producción de bienes agrícolas en Estados Unidos, que sería capaz de abastecer a casi todo el continente americano en distintos rubros. Sin embargo, esto pondría en jaque a muchísimos productores agrícolas locales de países como Argentina, Brasil, Chile o México.
De igual forma, la industria manufacturera de China podría enviar enormes cantidades de mercancía a Estados Unidos y la Unión Europea, afectando severamente la producción local de esos lugares en cuestión de semanas.
Ante esto, cada Estado fija medidas arancelarias y no arancelarias para protegerse de este tipo de situaciones. Estas consisten en:
1. Medidas arancelarias
Se trata de instrumentos legales destinados a graduar el ingreso de determinados productos al país. Los mismos se implementan para resguardar la actividad interna de un rubro, protegiendo así a los productores nacionales y estimulando el consumo doméstico.
Por otro lado, estas medidas también buscan desalentar la importación de bienes y servicios que afecten el aparato productivo interno. Usualmente, en ese sentido, los gobiernos aplican derechos de importación.
Al mismo tiempo, las medidas arancelarias aumentan la recaudación del Estado por concepto de impuestos sobre los productos importados. Además, de incrementar el precio de los productos importados en el mercado interno. Como consecuencia, estos se hacen menos competitivos con respecto a los productos locales, e incluso pierden atractivo para su importación.
2. Medidas no arancelarias
Si bien, estas medidas no implican a los derechos de importación de manera directa, tienen un efecto proteccionista en la industria nacional frente al ingreso de bienes provenientes del exterior. En este caso, suelen implementarse otros mecanismos como, por ejemplo, las licencias de importación, las cuotas de importación y las tarifas de renta.
En las primeras, las autoridades aduaneras emiten una cantidad limitada de permisos de importación en un determinado rubro. Así mismo, en las segundas, el Estado determina una proporción específica de importaciones que pueden realizarse de un determinado producto. Mientras tanto, en las terceras, el gobierno cobra tarifas especiales de importación.
¿Es posible atenuar estas medidas?
En primer lugar, el único ente capaz de reducir o atenuar de manera directa las medidas arancelarias o no arancelarias es el propio Estado. Para ello, se vale de sus organismos aduaneros y tributarios, como lo es la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) en Argentina. Del mismo modo, las autoridades pueden atenuar dichas medidas con la aprobación, derogación o modificación de leyes, normas y reglamentos arancelarios.
Por su parte, también es posible aplicar estímulos a la producción nacional, para que esta sea cada vez más competitiva y de mejor calidad. Permitiendo así, satisfacer la demanda interna y exportar sus excedentes. De esta forma, se reducirá la necesidad de importar productos de aquellos rubros considerados como sensibles. Como resultado, disminuyen la adopción de medidas proteccionistas.
Esto se debe a que los productos importados ya no representarán un riesgo para la industria nacional, ni su demanda estará motivada a llenar espacios vacíos entre los consumidores internos. Por el contrario, los bienes y servicios importados irán destinados a diversificar la oferta, en lugar de restringirla.
Por último, cualquier consumidor o importador que desee conocer más acerca de las medidas arancelarias y no arancelarias puede entrar en contacto con una agencia aduanera de reconocida trayectoria para recibir asesoría adecuada.