La política arancelaria de Argentina indica que las importaciones están gravadas con derechos a la importación Ad Valorem. Los índices oscilan desde el 0%, 8%, 14%, 16%, 18%, 20%, 25% y 35%, de acuerdo al tipo de mercadería. Hay determinados tipos de productos que pueden también estar gravados con otras especies de derechos, como antidumping, compensatorios, entre otros.

La aplicación de alícuotas

Los más utilizados en la política arancelaria Argentina son los Ad Valorem y se aplican sobre la Tarifa Externa Común (TEC). La posición arancelaria (NCM) de los productos, determinará qué alícuota debe aplicarse.

• A los derechos de importación, se le deberá sumar la tasa de estadística, que de acuerdo a la posición arancelaria puede variar del 0,5% al 0%.
• Como país miembro del Mercosur, Argentina aplica la Tarifa Externa Común (TEC).

Además de las tasas de importación, se deberá sumar:

• Entre el 10,5 al 21% de IVA, sobre el precio CIF. Para el caso de bienes para reventa, la tasa es del 5,5 al 10% de IVA sobre el precio CIF.
• 3% de impuesto a las ganancias anticipado para bienes al por menor.
• 1,5% de impuestos a los Ingresos Brutos.

La política arancelaria de Argentina y el Mercosur

Salvo algunas excepciones, las operaciones realizadas a través del Mercosur, están libres de aranceles. También, temporariamente, están libres de gravámenes los productos de tecnología informática y los bienes de capital.

Hay productos que están sujetos a aranceles más elevados, como ser los textiles y agro alimentos. Estos productos gozan de la protección de licencias no automáticas para su importación.

Además, existen diferentes acuerdos aduaneros sea a través del Mercosur con otros países, como ser Chile y la Unión Europea. O, de forma bilateral, como ocurre con Chile y el Pacto Andino.

Según la Organización Mundial de Comercio (OMC), Argentina es considerada una economía abierta. De acuerdo al informe de esta organización, de la que nuestro país es miembro desde 1995, Argentina tiene 705 posiciones arancelarias.

Brasil, el principal socio del Mercosur, tiene 2.392 posiciones arancelarias, y 2.075  la Unión Europea. El segundo socio comercial en importancia, es China y tiene 2596 posiciones arancelarias mientras que Estados Unidos cuenta con 5.256.

De todas maneras, Argentina comercia un 20% de su Producto Bruto Interno (PBI), casi parejo con los Estados Unidos y Brasil. Chile, supera ampliamente este porcentaje, a través de tratados de libre comercio, comercia el 48% de su PBI.

Licencias no automáticas

Las licencias no automáticas representan una demora para las importaciones y casi 400 de ellas se irán reemplazando por otros mecanismos. Estas licencias no automáticas, se usan para proteger productos nacionales, frente a los productos similares de origen importado.

Los mecanismos por los cuales se reemplazarán las licencias no automáticas son aplicables por medio de normas técnicas. También existen unas 1.300 licencias especiales, que irán siendo reemplazadas por un sistema de normas y reglamentos técnicos.

A principios de este año, Argentina eliminó más de 350 licencias no automáticas, favoreciendo más el comercio internacional. Éstas 350 LNA pertenecen a los rubros de autopartes, TICs (tecnologías de la comunicación), químicos, metales, material de transporte, papel y maquinaria agrícola.

A fines del año pasado, fueron modificados aranceles para la importación de bienes de capital, necesarios para la producción. Los sectores más beneficiados con estas medidas han sido:

• – Motos
• – la actividad vitivinícola
• – la actividad forestal

De esta forma se busca fortalecer la productividad de la industria local, y favorecer las economías regionales.

En el sector vitivinícola, se fueron reducidos los aranceles de la importación de corcho aglomerado, beneficiando a casi 900 bodegas.

El arancel a la importación de cosechadoras forestales, bajó del 35% al 2%, fundamental para los 1.300 productores que hay en el país.

La política arancelaria de Argentina determina que aranceles fijar para que su impacto sobre la mercadería circulante sea positivo en su precio final. Reduciendo algunos aranceles y eliminando otros se protege la producción interna de nuestro país.