Relaciones con Estados Unidos: El aluminio y el acero, indicios de una crónica anunciada
A finales de noviembre de 2019, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que su país restablecerá la imposición arancelaria al aluminio y acero provenientes de Argentina. Te contamos los efectos de esta medida en las relaciones con Estados Unidos.
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El nuevo proteccionismo estadounidense
En los últimos años, el gobierno estadounidense bajo la administración de Donald Trump ha impulsado un nuevo marco de proteccionismo económico en su país. Debido a esto, las relaciones comerciales entre Estados Unidos y varios otros países se han reconfigurado.
Ejemplo de ello es la llamada “guerra comercial” que se ha vivido entre Estados Unidos y China. En este escenario, que ya lleva cerca de 2 años, el país norteamericano ha impuesto aranceles a distintos productos provenientes del gigante asiático. Del mismo modo, China ha respondido implementando medidas arancelarias similares hacia productos y empresas estadounidenses.
Como resultado, se ha producido un contexto de turbulencia e inestabilidad en el comercio internacional, lo cual ha sido reconocido por entes multilaterales como la Organización Mundial de Comercio, el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional.
Aunque el conflicto comercial chino-estadounidense acapara la atención de la opinión pública internacional, otras situaciones también han envuelto la interacción comercial entre Estados Unidos y otros países.
Así mismo, las medidas proteccionistas estadounidenses se han centrado esencialmente en materias primas, productos agropecuarios y bienes manufacturados.
Otras situaciones de conflicto comercial
Como ya se dijo, la tensión comercial entre China y Estados Unidos no es la única que atraviesa actualmente la potencia norteamericana con otros países alrededor del mundo.
Desde 2017, el gobierno estadounidense cuestionó seriamente la existencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), e incluso amenazó con abandonar el acuerdo. Esto generó una fuerte controversia con Canadá y México, los otros dos actores de ese mecanismo comercial.
Por ende, en 2018, Estados Unidos y Canadá alcanzaron un acuerdo para reformar el NAFTA. Por su parte, México aún sigue negociando con Estados Unidos para que la relación comercial fijada en ese acuerdo pueda ser beneficiosa para ambos países.
De igual manera, Estados Unidos ha tenido encontronazos comerciales con la Unión Europea. No solo porque ha fijado aranceles a distintos productos europeos, sino también por la beligerancia estadounidense en el “brexit”, aupando la salida británica del bloque europeo.
Más allá de las connotaciones y los efectos que estas situaciones puedan tener, lo cierto es que las relaciones comerciales entre Estados Unidos y el resto del mundo no serán las mismas.
Las relaciones con Estados Unidos: Efectos en Argentina
En otro orden de ideas, los países latinoamericanos parecieran haber sido alcanzados por el proteccionismo estadounidense. Esto tiene que ver con la reciente decisión estadounidense de reactivar los aranceles a las importaciones de acero y aluminio.
La situación ha generado consternación en los exportadores de estos rubros de varios países latinoamericanos. En especial, se nota la inquietud en Argentina, Brasil y Colombia. Por ejemplo, Argentina se caracteriza porque el principal destino de sus exportaciones de acero y aluminio es Estados Unidos.
Según cifras de la Cámara Argentina de la Industria del Aluminio y Metales Afines, las exportaciones de este producto hacia el mercado estadounidense generan alrededor de 700 millones de dólares al año.
En palabras de la administración de Trump, esta medida responde a la fuerte devaluación que ha sufrido el peso argentino. Desde la perspectiva estadounidense, la pérdida de valor de la divisa argentina pudiese generar una desventaja comparativa para los productores internos de acero y aluminio de Estados Unidos.
Lo cierto de esto, es que Argentina puede ver seriamente afectado su aparato exportador en el ámbito industrial. Esto afecta en momentos cuando el país más requiere reforzar la captación de ingresos. Sobre todo los provenientes de la comercialización de productos hacia el exterior.
Además, Estados Unidos puede tomar medidas similares en el futuro contra otros productos argentinos. Por este motivo, el futuro de la interacción comercial entre ambos actores puede tornarse complejo a partir de 2020.
Por último, las relaciones con Estados Unidos se prevén como sensibles para la economía argentina. En conclusión, esto puede servir como una oportunidad para que el país encuentre nuevos clientes para sus exportaciones de acero y aluminio, rompiendo la dependencia hacia el país norteamericano.