La e-logística o logística electrónica es un concepto novedoso surgido del comercio electrónico. Se refiere, concretamente, a los procesos de información, almacenamiento y distribución de una tienda en línea.  Como es evidente, la tecnología juega un papel fundamental. Además, debe adaptarse a las demandas del consumidor y ofrecer una experiencia de compra exitosa. Adoptar estos procesos tiene muchas ventajas. Sin embargo, no deben dejar de considerarse los riesgos que conlleva la e-logística. Si la gestión de riesgos es central en logística, más aún cuando se trata de la cadena de suministro del comercio electrónico.

Análisis de riesgos en logística

Hay muchas definiciones de riesgo en logística. Más allá de esto, se debe tener en cuenta que a partir del auge del comercio electrónico los riesgos se han incrementado.  Así, los riesgos que conlleva la e-logística tienen aspectos en común con la logística tradicional.

El riesgo puede definirse como la probabilidad de ocurrencia de un evento no deseable que afecta una o más partes de la cadena de suministro. Implica la posibilidad de pérdidas de mercaderías o lesiones al personal.

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En este marco, la gestión de riesgos implica lidiar con la incertidumbre. Ésta pasa por aspectos que pueden afectar la cadena como:

• Rendimientos.
• Plazos.
• Precios.
• Eventos catastróficos.

Para finalizar, debemos dar dos conceptos importantes en gestión de riesgos logísticos:

• Vulnerabilidad. Es la combinación entre una interrupción en la cadena y su gravedad potencial.
• Resiliencia. Capacidad de la empresa de recuperarse ante cualquier tipo de interrupción.

Fuentes de riesgos que conlleva la e-logística

La e-logística debe dar respuesta a las demandas de los usuarios del comercio electrónico.  En este contexto, la logística del comercio electrónico no es un detalle menor. En cambio, es un factor determinante en el éxito del negocio. Así, los riesgos que conlleva la e-logística se centran en tres procesos:

• Información. La transacción se desarrolla completamente en forma digital. El cliente debe saber en todo momento el estado de su entrega. Además, poder realizar cambios como cancelar el pedido o cambiar la hora y lugar de entrega.
• Almacenamiento. Cambios en la unidad de carga y tipo de stock. Informatización de los procesos. Entorno omnicanal. Pedidos cada vez más pequeños y heterogéneos.
• Distribución.  Trazabilidad de todo el proceso. Flexibilidad. Logística inversa. Rapidez en las entregas. Envíos a costo mínimo. Devoluciones gratuitas.

Gestión de riesgos que conlleva la e-logística

Para tener una visión global es necesario realizar un análisis o evaluación de riesgos que conlleva la e-logística. Este análisis debe ser pormenorizado y personalizado.

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Sin embargo, el proceso debe incluir los siguientes pasos:

• Definir el proceso general y el contexto.
• Separar el proceso en grupos de actividades relacionadas y sistematizar sus características. Importancia, peso específico. Básicamente son tres grandes bloques: suministro, producción y distribución.
• Identificar los riesgos.
• Analizar los riesgos. Probabilidad de que sucedan consecuencias.
• Evaluar los riesgos. Implica establecer una relación entre costos, gravedad y tolerancia.
• Actuar. Las acciones pueden estar destinadas a finalizar, tolerar, transferir o priorizar un riesgo.

Ejemplos de riesgos que conlleva la e-logística

Con lo dicho hasta ahora es más sencillo formarse una idea acerca de cuáles son los riesgos que conlleva la e-logística. El análisis debe ser personalizado, ya que cada empresa tiene sus particularidades.

Sin embargo, hay algunos riesgos más comunes. Por ejemplo:

• Información. Fallas en el sistema digital. Mala conectividad. Falta de capacitación del personal en el uso de herramientas informáticas. Dificultades de comunicación para el cliente. Mal funcionamiento del sistema omnicanal. Exposición al delito informático.
• Almacenamiento. Fallas en la gestión del stock. Errores en la preparación de pedidos. Incluye selección del embalaje adecuado. Desperdicio de tiempo y espacio.  Riesgos de incendio, inundación, robo. Dificultades para la fijación de precios, como subas de combustibles o inflación, que pueden generar pérdidas.
• Distribución. Falta de trazabilidad del proceso. Fallos en el horario y lugar de entrega. Sobrecostos. Riesgos de catástrofes ambientales que dificulten el tránsito como inundaciones, incendios o derrumbes. Robo de mercaderías.

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