Los flujos comerciales entre los países están determinados por distintos factores. A la oferta y la demanda de bienes y servicios debemos agregarle el tipo de cambio en el comercio internacional. En esta nota conocerás todo sobre esto.

¿Qué es el tipo de cambio?

Cada país cuenta con una moneda de circulación nacional, con la que su población adquiere bienes y servicios, percibe sus salarios, toma préstamos, y también ahorra.

Por lo general, cada divisa tiene la capacidad de ser convertible, es decir, se la acepta en el exterior para ser canjeada por otras monedas.

Sin embargo, las monedas de algunos países carecen de convertibilidad, bien sea porque en sus países de origen existen regímenes de control cambiario, o porque se trata de divisas altamente devaluadas. En esos casos, esos signos monetarios carecen de confianza internacional.

Por otro lado, existen monedas que son preferidas por los mercados para realizar sus transacciones, e incluso tomadas como referencia para expresar y fijar los precios de distintos productos. Estas divisas son conocidas como moneda dura o moneda fuerte.

– Principales divisas en el mundo

Algunas de las divisas más importantes a nivel mundial son estas:

• Dólar estadounidense (USD).
• Dólar canadiense (CAD).
• Euro (EUR).
• Libra esterlina (GBP).
• Yen (JPY).
• Yuan (RMB)
• Rublo (RUB).

Estas monedas se utilizan para determinar la transacción de muchos bienes y servicios, como, por ejemplo, el petróleo. Igualmente, son tomadas en cuenta por los organismos internacionales de crédito, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

Pero el valor de estas monedas responde la oferta y la demanda, en combinación con otros factores económicos. Así, cuando un dólar estadounidense se intercambia por euros, se arroja como resultado un precio conocido como tipo de cambio.

Influencia del tipo de cambio en el comercio internacional

El tipo de cambio establecido entre las distintas monedas no solo contempla las divisas antes mencionadas, sino que también incluye los signos monetarios de muchos otros países. El tipo de cambio en Argentina está determinado por la relación entre el peso argentino y el dólar estadounidense.

Pero, en realidad, el dólar estadounidense es una referencia para luego hacer la conversión a otras monedas, como pueden ser el real brasileño, el peso uruguayo o el peso chileno. De esta forma se establece qué tan competitivas pueden ser las exportaciones de un país.

Para explicarlo de una manera más sencilla, cuanto más barata sea la moneda de un país, más baratas serán sus exportaciones hacia países con monedas cuyo valor sea más alto. No obstante, todo dependerá de la capacidad productiva del país exportador.

– Ejemplos de tipo de cambio en el mercado internacional

Existen ejemplos notables de países cuyas monedas se encuentran fuertemente devaluadas, como Venezuela, que, sin embargo, no cuentan con un sector industrial sólido. En consecuencia, no pueden aprovechar esta ventaja para su competitividad.

Por otro lado, en el caso de Argentina, donde la moneda local ha estado sometida a una devaluación continua durante los últimos años, el segento exportador ha sabido aprovechar la coyuntura para aumentar su competitividad.

De hecho, sectores muy significativos de la economía argentina, como la industria vinícola, han incrementado notablemente su potencial exportador. Las divisas obtenidas por los exportadores han servido no solo para pagar las retenciones al fisco, sino también para reinvertir en sus negocios.

También se dan casos de países cuya moneda está sobrevaluada, lo que igualmente les impide aumentar su competitividad exportadora. Un caso emblemático en América Latina es Ecuador, cuya economía está dolarizada, por lo que carece de soberanía monetaria.

Ventajas del tipo de cambio para los exportadores argentinos

Argentina, por medio de la Administración Federal de Ingresos Públicos, se encarga de imponer derechos de exportación a las empresas que envían parte de su producción al exterior.

Sin embargo, parte de estos derechos se cobran en pesos argentinos, y su monto es fijo. Esto quiere decir que, si el exportador recibe ingresos en dólares estadounidenses, tendrá una ventaja cambiaria para cancelar las retenciones en pesos.

En conclusión, exportar es una actividad rentable para los empresarios argentinos, siempre que su productividad sea sostenida en el tiempo. En cualquier caso, para aprovechar el tipo de cambio en el comercio internacional, es necesario contar con el respaldo de expertos en materia fiscal, comercial y aduanera.