¿Sabías que el comercio exterior puede ofrecer diferentes ventajas para los exportadores e importadores? Más allá de los aranceles, los impuestos y las contrataciones que deben cumplirse, acá te enseñaremos los aspectos positivos de contar con una zona franca para realizar actividades de comercio internacional.

¿Qué es una zona franca?

Por lo general, las transacciones comerciales que se dan entre países deben cumplir un conjunto de regulaciones. Acá se incluyen varias disposiciones obligatorias para que una mercancía pueda trasladarse de un territorio a otro:

• Fijación de incoterms.
• Contratación de una póliza de seguro para la carga.
• Selección de un agente de carga internacional.
• Derechos de exportación.
• Aranceles de importación.

Además, es necesario considerar que tanto el vendedor como el comprador de la mercancía deben establecer un método de pago, donde usualmente se contacta a uno o más bancos. De igual manera, el uso de un agente aduanero es muy importante, ya que puede facilitar en gran medida las gestiones ante las autoridades aduaneras de cada país. En este sentido, todos estos costos de la operación suelen cargarse al precio final de la mercancía, lo que la hace más cara en el país de destino. Así mismo, deben considerarse otros tributos que puedan fijarse sobre la venta de productos a nivel interno, tales como el impuesto al valor agregado (IVA).

Tomando en cuenta lo anterior, muchos países alrededor del mundo deciden crear espacios donde existen beneficios especiales de tipo tributario. Estos son conocidos como «zona franca» y pueden abarcar pequeñas localidades, ciudades o regiones enteras. Su principal objetivo es favorecer la actividad comercial mediante estímulos que reduzcan la carga impositiva.

¿Cómo beneficia una zona franca al comercio entre países?

La declaración de un territorio como zona franca tiene varios beneficios a tomar en cuenta. Si te preguntás cuáles son los más importantes, acá te tenemos una lista que te permitirá entenderlo de una manera sencilla:

• Sirven para promover el desarrollo comercial, económico y turístico.
• Promueven la exportación de productos locales.
• Atraen la presencia de empresas y trabajadores.
• Consolidan la actividad de transporte marítimo, aéreo o terrestre.
• Facilitan la construcción de instalaciones portuarias, aduaneras, de almacenamiento o de carga, entre otras.
• Pueden convertirse en grandes centros de intercambio de bienes y servicios.
• En ellas se adquieren mercancías a un costo menor, ya que gozan de exenciones o reducciones tributarias.

Es por ello que la declaratoria de una zona franca contribuye de manera decisiva en las actividades de comercio exterior. Esto impacta en lugares como ciudades fronterizas o cercanas a límites fronterizos, regiones remotas, poblaciones donde se concentra la distribución de ciertos productos y, muy especialmente, puertos marítimos o fluviales.

¿Argentina cuenta con alguna zona franca?

La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) es la institución oficial encargada de administrar, regular y organizar las zonas francas en Argentina. Así, la declaratoria de una zona franca como tal depende de un acuerdo entre los gobiernos provinciales y el gobierno nacional. En 2020 Argentina cuenta con 14 zonas francas, que se mencionan por provincia a continuación:

• Buenos Aires: Bahía Blanca, La Plata.
• Chubut: Comodoro Rivadavia.
• Córdoba: Córdoba.
• Entre Ríos: Concepción del Uruguay (fronteriza con Uruguay).
• La Pampa: General Pico.
• Mendoza: Luján de Cuyo (cerca de la frontera con Chile).
• Misiones: Iguazú (fronteriza con Brasil y Paraguay).
• Salta: Salta (cerca de la frontera con Bolivia y Chile).
• San Luis: Justo Daract.
• Santa Cruz: Caleta Olivia y Río Gallegos (ambas cerca de la frontera con Chile).
• Santa Fe: Villa Constitución.
• Tucumán: Cruz Alta.

Conclusiones

Como podemos ver, al menos seis de las 14 zonas francas habilitadas en Argentina se ubican en límites fronterizos o en lugares cercanos a fronteras. De esta forma, se favorece el intercambio comercial, al atraer consumidores que llegan desde los países vecinos para adquirir bienes y servicios en territorio argentino.Igualmente, las zonas francas restantes se ubican en lugares turísticos o en poblaciones pequeñas y esto contribuye en el crecimiento económico y la generación de puestos de trabajo en esos sitios. Claro está, el aprovechamiento de cada zona franca también depende de una adecuada promoción y del estímulo a las inversiones.